Nos encontramos ante un
poema épico, escrito en 1608, que trata sobre el rapto y posterior liberación
del obispo de La Habana, Juan de las Cabezas Altamirano, por parte de corsarios
franceses. Esta obra consta de la siguiente estructura: la carta dedicatoria,
los sonetos introductorios, el canto primero, el canto segundo y finalmente, el motete que cierra la obra. Espejo de Paciencia, se considera como
la primera obra literaria cubana, y muestra
la variedad cultural de su contexto en la que conviven nativos y criollos,
españoles colonos, piratas franceses, italianos y portugueses.
Su autor, Silvestre
de Balboa y Troya de Quesada, natural de las Palmas de Gran Canaria, inició su
relación con el Nuevo Mundo a través de sus viajes de ida y vuelta entre las
Canarias, Cartajena de Indias, Río de la Hacha, la Isla Margarita y
posiblemente Cuba, antes de su establecimiento definitivo en dicho lugar, a
partir de 1592. En 1600, Balboa compró la plaza de escribanía en Puerto
Príncipe, lo que le permitió su estancia permanente en Cuba.
El
protagonista del poema y víctima del secuestro, Fray Juan de las Cabezas
Altamirano, fue nombrado décimo tercer obispo de la Habana por el rey Felipe
III en 1602. Llegó a Cuba en Septiembre de 1603. Durante una visita anual al
interior de la isla, fue secuestrado por el corsario francés Gilberto Girón, con la intención de hacer pagar a
la villa un enorme rescate. La obra narra la agrupación y el acuerdo de los
vecinos de Bayamo para atacar al corsario en el momento del rescate. Entonces se
produjo una lucha en la que finalmente los corsarios fueron derrotados y su
capitán falleció a manos del esclavo Salvador Golomon.
Balboa realizó
esta obra para conmemorar el secuestro del obispo y llevar a cabo la proyección
de un héroe colectivo. El poema también nos muestra una comunidad de vecinos
unidos por unos ideales comunes, pero a su vez, individualizados y con la
consiguiente identifacion de cada uno de sus combatientes por su nombre. Es por
ello que Espejo de Paciencia pretende construir ficciones con una finalidad
ideológica. Logra presentar mediante esta ficción a una comunidad compuesta por
individuos idealizados que defienden su territorio frente al ataque de enemigos
extranjeros, en este caso, piratas franceses.
A
continuación, presentamos un fragmento del canto primero de la obra,
concretamente tres estrofas:
(..) De amor
diré las grandes maravillas
que obró en
el pecho de este obispo santo;
pues por sus
enemigos de rodillas
rogaba a Dios
con lágrimas y llanto.
sus trabajos,
angustias y mancillas
serán adorno
de mi débil canto;
que tanto es mayor lástima el agravio
cuando el paciente principal o sabio.
las armas cantaré con que la ofensa
dio al ofensor la pena merecida;
justo castigo de la mano inmensa
a una maldad tan grande y atrevida:
que el gran Señor que todo lo
dispensa
y a todos con su gloria convida,
si disimula como padre amigo,
como severo juez nos da el castigo
también diré el valor y valentía
de veinte y cuatro militantes
monteros,
que con agilidad y bizarría
mostraron contra Francia sus aceros,
y desnudos de escudos en un día
dieron la muerte a veinte y seis
guerreros,
y un capitán ilustre, grande hombre,
que Gilberto Girón había
por nombre.(…[1])
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