Hugo Pratt, autor nacido en 1927 en Italia, es el creador del personaje
Corto Maltés. Con diez años se trasladó a una colonia italiana en Etiopía,
donde se hizo amigo de un joven etíope que era criado de su familia. Gracias a
esta amistad Pratt adquirió un valor que posteriormente plasmaría en el cómic
que estamos tratando: el respeto por las culturas. Años después es repatriado a
Italia. Durante la Segunda Guerra Mundial colabora con el bando de los Aliados.
Ya finalizada la guerra, Pratt comienza su carrera como dibujante. En su
primera etapa se integra en el famoso “Grupo de Venecia”, con autores como
Alberto Ongaro o Ivo Pavone, entre otros. En estos inicios, tanto el dibujo
como la narración de Pratt siguen la estela americana. Será a partir de 1953
cuando el autor desarrolle su propio estilo, tras una prolongada estancia en
América del Sur. En julio de 1967, gracias a la colaboración de un admirador de
Pratt, Fiorenzo Ivaldi, sale a la luz la revista Sgt. Kirk, donde se publica por primera vez Una ballata del mare Salato (La balada del mar Salado). Con esta
publicación empezarán las famosas aventuras de Corto Maltés, el personaje más
representativo del autor y uno de los grandes hitos de la historia del cómic.
Corto Maltés (Corto Maltese en
su versión original) es el protagonista de doce cómics de aventuras ambientados
entre los años 1904-1925, es decir, que incluye el periodo de la Primera Guerra
Mundial, en la que nuestro protagonista participará traficando con carbón para
los alemanes. Corto Maltés nació en La Valetta (Malta) el 10 de julio de 1887.
Su madre era una gitana conocida como la Niña de Gibraltar, sevillana de
nacimiento, y su padre un marinero de Cornualles (Inglaterra). Debido a su
ascendencia paterna, Corto es súbdito británico, con residencia oficial en La
Antigua (Antillas). Pasa su infancia en Córdoba. Una gitana amiga de su madre,
al leerle la mano, ve que no tiene línea de la fortuna así que nuestro protagonista,
ni corto ni perezoso, se graba una a su gusto con la navaja de afeitar de su padre.
Estas pinceladas biográficas de Corto Maltés se cuentan en el primer cómic en
el que aparece, "La balada del mar
salado", que comienza cuando el maltés es recogido del agua por su
amigo Rasputín: su propia tripulación lo había dejado atado a una balsa a la
deriva tras amotinarse para quedarse con el armamento que transportaban. Además
de Rasputín, vemos otra serie de personajes recurrentes en las aventuras de
nuestro protagonista, como el jefe pirata “El
Monje” y sus sobrinos Caín y Pandora (de la que Corto está enamorado).
Aparecen personajes muy relevantes históricamente como Djougatchvili, el futuro
Stalin, con el que Corto traba una amistad que posteriormente le sacará de un
apuro, o el periodista y escritor Jack London. Pero sin duda el alter ego de
nuestro pirata es su amigo Rasputín, con el que coincidirá en varias ocasiones.
Tienen una extraña relación de amistad, porque si bien se ayudan entre ellos y
comparten aventuras, lo cierto es que los dos son bastante egoístas y van cada
uno a lo suyo. Como lectores, empatizamos más con el personaje de Corto, porque
conocemos más sobre él y además su enamoramiento de Pandora saca a la luz su
lado más sensible.
De la mano de este pirata viajamos desde Japón a Sudamérica, pasando por
Europa y también África. Al igual que su autor, Corto recorre buena parte de la
geografía. Tratar de encontrar las minas del rey Salomón o intentar descubrir
un continente perdido son solo algunas de las aventuras que nos cuentan estos
cómics. Todo ello con un telón de fondo histórico, sobre todo bélico, y la
aparición de varios personajes relevantes de la Historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario